carta de Manuel Rosales a los venezolanos en el Exterior

A mis compatriotas en el exterior





El próximo 3 de diciembre, todos los venezolanos, en cualquier rincón del mundo donde nos encontremos, tenemos una importante responsabilidad que compartir. Es una elección más, pero no es un elección cualquiera. Ustedes, que desde el exterior tienen un visión global de lo que acontece hoy en el mundo, pueden entender que esta es una jornada que va a definir el rumbo que Venezuela va a tomar y liderar en el contexto de América Latina y del mundo, porque ya de hecho somos un referente internacional. Esto pone sobre nuestros hombros una enorme responsabilidad histórica.



La línea política internacional que el país ha seguido en los últimos 8 años nos ha insertado en el conjunto de las pocas naciones caracterizadas por el irrespeto a los derechos humanos, la militarización exacerbada y la prédica del belicismo, reñidos con la convivencia, la tolerancia y el respeto a la diversidad de ideas. Nada más alejado de la esencia del venezolano. Es lamentable que internacionalmente se nos identifique hoy con esa línea de pensamiento y sería más grave aún que la ausencia de decisión y participación de todos, en un momento decisivo como el de estas elecciones, permita que continúe y se radicalice esta posición anacrónica y contraria a los anhelos de paz.



Ustedes han visto en los medios internacionales el uso que se ha venido haciendo de los enormes recursos de nuestra riqueza petrolera. Hemos subvencionado el déficit social, asistencial, educacional y hasta la violencia en un número de países, algunos sin ningún vínculo histórico con Venezuela, mientras en nuestro propio país, nuestra gente sufre carencias hospitalarias, educacionales, de vivienda, de empleo y registra los mayores índices de criminalidad que conoce nuestra historia. En los últimos 8 años, 90.000 venezolanos han muerto violentamente; muchos más que en cualquiera de las guerras que azotan a otros países. El mundo se conmueve -y con razón- ante la muerte de cada soldado en cualquiera de esas guerras, pero no nos puede resultar indiferente la muerte de un niño en una balacera de barrio.



Es evidente como en estos últimos años, el régimen ha sido vocero y gestor de un estado de violencia y resentimiento, en un país tradicionalmente pacífico, solidario y defensor de la convivencia. Sin embargo, utilizando ingentes recursos, el gobierno ha creado una matriz de opinión internacional muy distinta a la verdadera realidad del país.



Compatriotas: he reiterado en mi campaña que gobernaré, sin exclusiones, para 26 millones de venezolanos donde quiera que se encuentren y cualquiera que sea su ideología. Estoy asumiendo conscientemente este reto histórico, pero necesito que todos y cada uno de ustedes lo asuman conmigo; todos somos responsables en la crucial decisión de marchar hacia una democracia plena y participativa, o tomar el camino oscuro del poder abusivo del Estado, manteniendo los privilegios económicos de la élite gobernante, en detrimento de la mayoría de los venezolanos, cuyas carencias y derechos siguen siendo objeto de una lamentable demagogia.



El destino del país está en nuestras manos. Hagamos buen uso de los derechos que nos da la Constitución. Los invito a todos a votar. Nuestro país lo merece.





Manuel A. Rosales G.